La aparatosa caída sufrida por Serena
Williams durante su partido del Abierto de Australia ante la rumana Edina
Gallovits-Hall tuvo momentos dramáticos no sólo para ella, sino para los
organizadores y aficionados, ya que se trata de una jugadora carismática y gancho
de publicidad.
Por fortuna no pasó a mayores y la menor
de las Williams pudo terminar el partido y de qué manera, con una bicicleta,
pues le propinó un 6-0, 6-0 a su rival europea.
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